Compases que suenan en el tiempo
De acuerdo al antiguo calendario juliano, un día como hoy de 1685 nació en Eisenach, Alemania Johann Sebastian Bach, uno de los compositores multi instrumentistas más importantes de la historia, al grado que en nuestros días se siguen escuchando versiones de sus diferentes obras y me atrevo a afirmar que toda la gente conoce su nombre aún si no son afectos a la música del periodo barroco.
Como muchos artistas antiguos, Bach solo vivió para ver publicada una pequeña parte de su obra, pero son por lo menos mil partituras las que sobrevivieron y se interpretan aún en la actualidad en todo el mundo.
Este artista proviene de una familia que durante 200 años formó músicos profesionales, por lo menos hubo 52 músicos de gran relevancia durante siete generaciones.
Quizá el mayor legado de Johann Sebastian Bach es haber impactado e inspirado a artistas desde el clásico del siglo XIX hasta la etapa contemporánea con su armonía innovadora a cuatro voces y el dominio del contrapunto.
La inspiración de Bach llega incluso más allá, pues tras el lanzamiento al espacio de la sonda Voyager 2, el científico Lewis Thomas sugirió transmitir la música del compositor alemán hasta los confines del sistema solar.
Incluso, Google lanzó su primer doodle basado en inteligencia artificial, que consiste en permitir a los navegantes escribir una melodía en dos compases, y con información de cientos de composiciones de Bach, el doodle es capaz de armonizar dicha melodía en el mismo estilo que lo haría el compositor alemán.
¿Cómo funciona? cuentan los expertos que con un modelo de aprendizaje automático en el que se muestra al ordenador cómo crear respuestas basándose en ejemplos en lugar de programarle un conjunto de reglas establecidas, como sucede tradicionalmente.
Johann Sebastian Bach tuvo 20 hijos, siete de su primer matrimonio con María Bárbara Bach y 13 del segundo con Magdalena Wilken. Algunos se convirtieron en grandes compositores aunque no alcanzaron la trascendencia en el tiempo de su padre.
Bach fue condenado a prisión durante un mes por presentar su renuncia como organista y primer violín en la capilla del duque de Sajonia – Weimer, Guillermo Ernesto, para tomar el puesto de maestro en la capilla de la corte del príncipe Leopoldo de Anahlt-Cöthen.
En un inventario realizado en 1750 tras su muerte, se indica que el músico poseía en su casa por lo menos seis instrumentos de teclado, 10 de cuerda, un laúd y dos clave-laúd.