¡Esto apenas arranca!
Estamos en el borde de la primera quincena del año, y más de uno debe estar asustado padeciendo las consecuencias económicas que nos trae no solamente la celebración de septiembre a diciembre (especialmente diciembre), sino años de pésimos hábitos financieros que nos colocan en el mismo panorama durante el inicio de cada año.
Mucho sonará la cuesta de enero, el cambio de administración en el país, la situación inédita de los combustibles, sin embargo nada de lo anterior nos debería tener contra el piso de manera catastrófica si ejerciéramos con responsabilidad nuestra propia agenda financiera.
Que no cunda el pánico
Salir aterrados a realizar compras de pánico debería ser la última opción, guardemos un poco la calma y tratemos de recomponer el camino a partir de ahora.
No se necesita ser especialista para saber que este es un pésimo momento para dar tarjetazos, dejemos guardadas bajo candado las tarjetas de crédito.
Los especialistas recomiendan no destinar más de 30% de tu ingreso al pago de deudas, identificar gastos inútiles y recortarlos. Si tienes deudas anteriores que te generan un alto interés, atácalas primero.
La Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) dice también que los créditos exprés no están debidamente identificados ante el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros, por lo que no tendrán facultades para atender quejas ante este tipo de instituciones, por lo tanto evítalas al máximo posible también.
Por último y no menos importante, quitemos de nuestros hábitos poco a poco los gastos hormiga, que en pequeñas cantidades sumando cada vez más y más suelen ser los que más nos afectan.
Gastos hormiga 
Habrá quien dice que su ingreso no es suficiente para tener un hábito de ahorro, pero esto la verdad no es ningún imposible, es cuestión de pensarla más de dos veces antes de realizar una compra y preguntarse si esa compras es necesaria.
Aquí te ofrecemos otro paquete de consejos para no caer en cinco tipos de gastos comunes que en mediano plazo agradecerás controlar.
-
Transporte. Existe un alto costo de los combustibles, terrible tráfico en la ciudad, estacionamientos, parquímetros, cuotas de verificaciones y una larga lista de etcéteras, pensar en por lo menos dos veces a la semana dejar el carro guardado en casa y usar el transporte público podría ser una opción que minimice tu gasto. Lo sabemos, es a costa de tu comodidad y la distancia que debes recorrer en muchas ocasiones, pero no seas tan negativo, el Metro tiene sus puertas abiertas desde las 5 am los días laborales y siempre hay un modo de llegar al Metro u otros transportes si dejamos de buscarle pretextos a todo.
-
Comer fuera. Hay quienes aseguran que preparar tu propia comida te ahorra hasta en 50% el gasto, también somos conscientes de que la rutina impide hacerlo diario, pero podrías hacerte espacio una noche para preparar lo de dos o tres días por lo menos.
-
Compras compulsivas y antojos. Este es un punto que ya mencioné, pero vale la pena recalcarlo, pues puede que sea el mayor error en que todos caemos. Haz esta práctica, cada que tengas un antojito, por muy pequeño que sea y caigas en sus garras, apúntalo en una libreta o en una tabla de excel o donde más te acomode y revisa la suma a la semana, a la quincena, al mes… No importa si es un caramelo, una bolsita de fritura con más aire que papitas, una salidita al cine, la visita a una librería aunque aún tengas libros pendientes por leer, una prenda o zapatos aunque tengas el armario a reventar, todo suma.
-
Servicios innecesarios. Cablevision, streaming, reproductores de audio, planes altísimos de celular que ni explotamos realmente. Analiza si realmente estás aprovechando cada uno de estos servicios, si la respuesta es no, ni lo pienses para cancelar.
-
Salidas nocturnas. Otro muy común, y sobre todo entre la juventud. ¿Quién no quiere sacar todo el estrés? ¿Quién no cree merecer un rato de buena diversión después de una monótona semana en la oficina? ¿Para eso trabajamos, no? Y honestamente concuerdo con cada uno de los cuestionamientos, el problema llega cuando pierdes el control, cuando tomas a cotorreo ese “algo tranquis” y terminas llegando hasta el otro día a casa con una enorme resaca. El menor de tus problemas hablando en términos de tu billetera será esa resaca, que por cierto sí te llevará a comprar mucha comida chatarra y bebidas innecesarias. El verdadero problema llega cuando rompes tu quincena completa en una sola salida.
NOTA: Siempre es importante darnos gustos y placeres, pero hay que saber cuando.
Vida solo hay una y sí está hecha para disfrutarse, y modificando un poco ciertos hábitos podrás vivir con mayor tranquilidad. Lamentablemente no siempre estamos en la cima, también hay tiempos de vacas flacas y si estamos preparados para ello nuestros problemas económicos serán menores al igual que tanto estrés.