¿Qué tan disciplinado eres?

Adquiere el hábito del ahorro

En mayor medida para unos que para otros, y por todas las razones que gusten enlistar, son tiempos financieros complicados y aún así es una minoría de gente la que tiene buenos hábitos que los mantiene con un nivel aceptable de estabilidad, o que los puede sacar de apuros en algún momento de emergencia.

Expresiones como “solo se vive una vez”, “para eso trabajo”, “el dinero va y viene”, son muy comunes, acepto que divertidas ya que en lo personal caigo en lo mismo más seguido de lo que quisiera admitir, pero es conveniente darse cuenta también de que siempre es bueno tener un respaldo económico para no estresarse de más cuando llegan como bombas las dificultades económicas.

La principal recomendación no es volverse “abstemio”, hacer votos de pobreza y vivir en un monasterio, simplemente se trata de tener una seria conversación con uno mismo y en ella analizar cuáles son aquellos gastos, sobre todo en lujos innecesarios, que pueden esperar.

Sinceridad con uno mismo ante todo

Pon en práctica un método de castigo – recompensa. La idea es que hagas cuentas de cuánto dinero tienes disponible para ahorrar una vez que separaste tus gastos fijos, entonces podrás fijar una cantidad que destinarás a la caja fuerte para lograr un objetivo en particular al plazo que prefieras (sea para un viaje, un objeto) y cómete la llave del candado si es necesario.

Tampoco hay que ser tan extremos, cuando hablo de un castigo no me refiero a que tomes un cinturón y te auto flageles, simplemente el castigo al incumplimiento es que no verás la cantidad deseada de dinero, o cualquiera que haya sido tu meta, además de que servirá para hacer consciencia y medir qué tan fuerte es tu palabra para contigo mismo y tu voluntad.

El cambio para el marranito

Recordarán muchos de ustedes cuando su mamá los enviaba a comprar las tortillas, y con el cambio hacían escala en las “maquinitas” para derrotar a Rugal con solamente un peso disponible.

Aquí la práctica sería muy similar, pero haz cuentas de cuánto dinero en promedio necesitas para sobrellevar el día a día y en lugar de insertar ese peso de sobra en la alcancía de alguien más, deposita la cantidad de dinero no gastado en tu propio cochinito, o lo que prefieras utilizar.

Es una práctica que ya suena niña y que a muchos nos enseñaron desde niños, es cierto que no hay nada nuevo en esto, pero volviendo a la sinceridad con uno mismo ¿realmente lo haces? Te será grata la sorpresa del dinero que puedes acumular guardando digamos entre 10 y 20 pesos por día una vez que pasa un año entero sin que toques ese dinero.

Y claro que para lograr esto, será necesario eliminar varios gastos hormiga que debes tener y no te engañes, desde el cafecito diario, los desayunos, comidas o cenas fuera de casa, las salidas constantes al cine, compra de golosinas y muchos más.

Los sobrecitos

Esta recomendación también es ancestral y quizá algo anticuada, pero muy útil para la organización del dinero.

Divide todos tus gastos en diferentes categorías y desde el momento que recibes tu pago, sea quincenal o mensual, tenlo separado y si eres de los afortunados que aún tiene un sobrante bueno, destina la mayor parte de ese dinero como si fuera un gasto más a un sobre en específico y enciérralo en la caja fuerte si te consideras de voluntad débil.

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